A
principios de agosto de 2014, La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya
había declarado la emergencia sanitaria internacional por el brote del Ébola. Lamentablemente,
este brote lejos de ser controlado adquirió características de pandemia en poco
tiempo. De acuerdo a los últimos datos de la OMS han muerto ya casi 3.439 personas
sólo en África Occidental (Guinea, Sierra Leona, Liberia, Nigeria y Senegal). También
hay un brote en África Central y ahora en EEUU y Europa.
En
los Campamentos de Refugiados Saharauis (CRS), afortunadamente y a excepción de
las infecciones estivales (respiratorias y gastrointestinales), no son
habituales las epidemias de enfermedades infectocontagiosas de esta categoría.
Sin embargo, dada la relación comercial con Mauritania (frontera con Senegal), causa
de movimientos frecuentes de personas
entre ambos países, quizás sería necesario que la población saharaui tome conciencia de
esta situación y que las autoridades sanitarias de la RASD situen el nivel de alerta
correspondiente.
Aunque
muy improbable, un mínimo brote de esta enfermedad en los Campamentos (CRS)
sería una catástrofe de magnitudes incalculables, dadas las circunstancias de
los CRS. La prevención, como se dijo en las conclusiones del II Encuentro de
Sahara Medical, debe volver a ser una prioridad y situarse en la primera línea
de actuación.
No
estaría de mas que el Ministerio de Salud Pública de la RASD y otras autoridades
locales, con la colaboración de los profesionales de la salud saharauis de
dentro y fuera de los CRS
1.
Estableciesen unos protocolos de actuación ante eventuales sospecha de
casos. Manteniéndose los profesionales sanitarios preparados para el mas
correcto manejo de la enfermedad.
2.
En coordinación con las autoridades argelinas, se debería establecer un sistema
de control sanitario sobre transeúntes y pasajeros sospechosos en la frontera
con Mauritania, mientras se mantenga la alerta por la OMS.
3.
Se elaborase unos sencillos materiales informativos, en hasanía, con
informaciones sencillas sobre el Ébola, para distribuirlos a la población.
Difundiendo la información también en los medios públicos como la radio y la
TV.
El
Ébola sigue matando cada día, y de no controlarse, podría entrar en una “fase
explosiva” en la que el virus afectaría
entre 550 mil a 1,4 millones de personas, según los expertos. Merece nuestra máxima
atención y contar con planes de actuación ante cualquier eventualidad para no
tener que actuar con improvisación. Los profesionales de la salud saharauis y
cooperantes del sector en los CRS deberíamos coordinarnos y colaborar en la
elaboración de planes y protocolos. Incluso a través de la comunicación
telefónica, internet, etc. se pueden dar recomendaciones a la población y
colaborar con nuestros compañeros médicos en los CRS suministrándoles información
requerida y materiales disponibles en la medida de las posibilidades de cada
uno.
Lehdía
Mohamed Dafa