Soy Antonio, uno de los enfermeros que formó parte de la
comisión médica de atención primaria de Granada a través de la
Asociación Granadina de Amistad con la RASD.
, para la cooperación con el pueblo saharaui por medio del proyecto
“Comisiones Medicas” que dicha asociación viene realizando
periódicamente en los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf,
Argelia.
Nuestro trabajo se desarrollo en la Wilaya de Dajla desde
el 22 de marzo al 20 de abril de 2013, y el contexto en el que nos
centramos fue la atención primaria.
Haciendo referencia a nuestra
labor y los principales problemas de salud encontrados, vimos que uno de
los pilares importantes que falla en la población saharaui, es la
educación y promoción de hábitos saludables, hace falta conseguir un
mayor interés y una mayor concienciación de la población sobre las
enfermedades que padecen y los hábitos y acciones que debe llevar a cabo
para prevenirlas o solucionarlas en la medida de lo posible.
Las
enfermedades de mayor prevalencia que pudimos observar fueron la HTA
(Hipertension arteiral) y la DM (diabetes mellitus), las cuales no
debería presentar excesivos problemas si se siguiesen ciertos hábitos y
medidas farmacoterapéuticas, por lo cual hicimos dentro de lo posible la
mayor educación sanitaria posible. Por otro lado encontramos gran
cantidad de pacientes con Bocio o indicios del mismo, para lo cual
hicimos las extracciones sanguíneas pertinentes para su diagnóstico una
vez regresásemos a España. A parte de estas enfermedades prevalentes,
encontramos problemas abundantes de parasitosis y problemas a nivel
intestinal y estomacal (por falta de medidas higiénicas), problemas a
nivel osteomuscular y articular (debido al desgaste y los duros
trabajos), problemas en los embarazos, con la presenciación de al menos
dos caso de fetos muertos en ultimas semanas de embarazo (por mal
control del embarazo)…
Por todo ello vemos que las principales
afecciones están relacionadas por un lado con la falta de información y
falta de concienciación de la población con respecto a medidas
higienicodietéticas y de prevención, así como problemas de salud debidos
a las durísimas condiciones de vida a las que son expuestos los
habitantes del pueblo saharaui en esta inhóspita tierra.
Hemos de
resaltar también que nos sorprendió un brote de Sarampión en población
adulta con varios ingresos con complicaciones en el hospital, y que
conseguimos solventar con alta y buen estado de salud de los pacientes, e
hicimos campaña de vacunación a los niños.
Nuestro equipo se
compuso de 3 médicos y dos enfermeros, los cuales dividimos nuestra
labor durante un mes de la siguiente forma:
Por las mañanas: Dos
equipos de enfermero + médico en los dispensarios de las distintas
dairas, y un medico solo en el hospital.
Por las tardes: Un equipo
de enfermero + médico haciendo visitas a las Jaimas, dos médicos en el
hospital, y un enfermero impartiendo clases a las alumnas de enfermería
de Dajla
Y por las noches estábamos al tanto de cualquier urgencia para desplazarnos al hospital.
Los últimos cuatro días fueron dedicados a reconocimientos de salud
escolar y extracciones de pruebas para su análisis en España.
Esto
es en líneas generales el proyecto de salud que desarrollamos como
comisión médica de atención primaria en Dajla del 22 de Marzo al 20 de
Abril de 2013.
Ahora me gustaría reseñar mi opinión y
vivencia personal lo más breve y claramente posible para poder ilustrar a
todos aquellos que quieran saber algo más de la situación del pueblo
saharaui.
Esta es mi primera, y espero que no mi última, experiencia
en cooperación internacional como enfermero, y a la vez mi primer
contacto con el pueblo saharaui.
Todo lo que refiera se quedará
corto en la imaginación de cualquier persona ya que una cosa es leer o
ver las cosas y otra bien distinta es vivirla, al igual que no es igual
vivirla un mes y volver a otra realidad bien distinta, que pasar cada
día de tu vida en la misma situación. No sabría bien como empezar esta
historia, el hecho es que en pocas horas pasas de un mundo en el que hay
de todo, a otro… en el que no hay nada, en lo que a lo material se
refiere. Un mundo en el que las viviendas son deficientes,
construcciones en malas condiciones, ausencia de agua corriente,
temperaturas extremas, dificultad para una buena higiene, dificultad
para la comunicación, dificultad para poder encontrar incluso los
alimentos más básicos y habituales en cualquier país del primer mundo…
Cuando te encuentras en estas circunstancias, empiezas a valorar
realmente de donde vienes, la suerte que tienes de haber nacido donde
has nacido y lo banales y triviales que son las preocupaciones de la
mayoría de nosotros.
Ves como alguien que no tiene nada, te lo da
todo, como en un sitio en el que hay dolor, solo ves sonrisas, un sitio
en el que la familia y la amistad son importantes, un sitio en el que
luchas y trabajas para sobrevivir tu y los tuyos… por eso comenzaba
diciendo, un pueblo en el que no hay nada “ en cuanto a lo material se
refiere” porque en cuanto a lo humanos, poseen mucho más que en muchos
países con las últimas tecnologías y las mejores condiciones económicas.
La acogida de los cooperantes españoles por el pueblo saharaui fue
con los brazos abiertos, y de la mejor forma posible. Nosotros no
pasamos ninguna necesidad, ninguna, y yo mismo, que incluso enfermé
durante casi una semana, estuve acompañado y atendido en lo que a lo
humano se refiere, casi como si estuviese junto a mi propia familia. Son
gente que tiene poco pero lo da todo. Son gente con muchísimas
necesidades, y ante todo, es un pueblo con necesidades que otros les han
creado, ya que viven donde nadie querría vivir, exiliados y fuera de
una tierra que es suya.
Para que alguna gente pueda entenderlo… que
piense que alguien un día cualquiera ocupa su vivienda y no lo deja
entrar, esa vivienda que tanto trabajo y esfuerzo le ha costado, y no
solo está el fuera, sino el resto de su familia. Uno intentaría el
diálogo y la recuperación de lo que es suyo, sin éxito, y por la fuerza,
le sería arrebatado. Solo hay que ponerse unos instantes en esa
situación… ¿Quién no lucharía por volver a su hogar?
Las necesidades
de este pueblo son a nivel de medios y personal sanitario, son a nivel
de infraestructuras, económicas, de formación… son necesidades en todos
los niveles. La población general vive de su ganado y poco más y el que
consigue obtener algo de dinero, porque ha conseguido formación
universitaria (generalmente gracias a Cuba), no gana ni una centésima
parte de lo que gana aquí una persona con un sueldo medio.
Podría
entrar en detalles de todo lo vivido, de cada experiencia, de cada
pensamiento que he tenido con cada imagen que he visto, pero aun así me
quedaría corto.
Solo quiero decir que el pueblo saharaui es un
pueblo sin recursos, que en gran parte vive de la ayuda y la cooperación
internacional y que esta debe ir en aumento. Es un pueblo con esperanza
y con un futuro complicado en la situación en la que se encuentra, pero
como he dicho, ante todo es un pueblo con esperanza, y capacidad de
unión sacrificio y lucha por sus valores, por todo lo que es suyo.
Nosotros debemos ayudarles a que vivan lo mejor posible, y desde aquí
hacer un llamamiento a todos aquellos que no conozcan la causa del
pueblo saharaui, que se informen, que busquen y comprendan que este
pueblo ha de recuperar lo que es suyo, ha de recuperar la vida. Todo eso
está en manos de unos pocos, pero lo que está en manos de cada uno de
nosotros es el prestar nuestra ayuda y el ser conscientes de la
necesidad y la historia de este pueblo tan cercano a nosotros, esa
historia desconocida y que no se ve tanto en los medios de comunicación,
que está ahí, sin hacer ruido… pero es momento de que el ruido vaya
creciendo, y sea siempre en una misma dirección… LA LIBERTAD DEL PUEBLO
SAHARAUI.
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27 abr 2013
Informe e impresiones de uno de los miembros de la Comisión Médica Granadina en la wilaya de Djala. Abril 2013
27 nov 2012
20 jul 2012
El Proyecto Sáhara de la organización "Ojos del Mundo". Entrevista con los doctores Rebeca Atienza y Jesús Alonso Cabello
Entrevista publicada en "medicosypacientes.com" el 20 de julio de 2012
A
través de esta entrevista se ofrece el testimonio de dos médicos, los
Dres. Rebeca Atienza y Jesús Alonso Cabello, oftalmóloga y
anestesiólogo, respectivamente, que participan en el proyecto "Ojos del
Sáhara" de la organización Ojos del mundo, cuya misión es erradicar la
ceguera evitable, siguiendo los objetivos del "Visión 2020", un plan
mundial para erradicar la ceguera evitable antes del año.
-¿Qué os llevó a involucraros en este proyecto?
R.A: Desde que empecé la carrera se me despertó el
interés en la cooperación. Siempre he pensado que los que estudiamos
medicina, la gran mayoría lo hacemos por vocación y no por la
retribución económica. Aunque tenía mucho interés en la cooperación
mientras estudiaba no sabía bien como podía ser de utilidad sin todavía
experiencia; Tuvieron que pasar muchos años hasta que habiendo terminado
la especialidad de oftalmología y estando cursando un máster en
segmento anterior en el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) tuve la
oportunidad de colaborar con Ojos del mundo recomendada por la
Dra. Nieto, mi tutora y una de las fundadoras del proyecto del Sáhara, a
la que siempre estaré agradecida por sus sabias lecciones y la gran
oportunidad que me brindó de vivir esta experiencia única.
J.A: Simplemente la necesidad de ayudar a gente que no
tiene la facilidad de atención sanitaria que podemos tener en países
desarrollados. Además, se trata de un pueblo que vive (o sobrevive) como
refugiado, por lo que sus necesidades son aún mayores.
-¿Cuál es la situación en la Región del Sáhara donde trabaja Ojos del mundo?
R.A: Es una región del desierto argelino cerca de la ciudad de Tindouf donde viven aproximadamente 30.000 refugiados saharauis, la mayoría mujeres, niños y ancianos que se agrupan en Wilayas, desde que se produjera el conflicto hace ya más de treinta años. Es un campamento de refugiados en pleno desierto argelino, donde ellos viven en condiciones higiénico-sanitarias deficitarias y la atención sanitaria depende exclusivamente de la ayuda exterior.
R.A: Es una región del desierto argelino cerca de la ciudad de Tindouf donde viven aproximadamente 30.000 refugiados saharauis, la mayoría mujeres, niños y ancianos que se agrupan en Wilayas, desde que se produjera el conflicto hace ya más de treinta años. Es un campamento de refugiados en pleno desierto argelino, donde ellos viven en condiciones higiénico-sanitarias deficitarias y la atención sanitaria depende exclusivamente de la ayuda exterior.
J.A: Son saharauis, un pueblo del oeste del Sáhara que
desde el fin del franquismo fueron expulsados de su tierra y viven al
sur de Argelia, en una zona yerma y sin recursos, cerca de una ciudad
militar llamada Tindouf. Ese terreno les fue cedido por el gobierno
argelino, pero viven bajo la condición de refugiados políticos, y
dependen absolutamente de la ayuda humanitaria. Entrevistadora ¿Podrías comentar algo de cómo esto influye en el acceso a la salud de la población? Pues
como es de imaginar, la atención es escasa, los medios y los recursos
para ello son muy precarios, las condiciones orográficas y climáticas
son muy hostiles, los medios de transporte para desplazarse al hospital
son inexistentes. Todo conforma un conjunto que dificulta mucho el
acceso de la población a la atención sanitaria.
-¿Cuál es la labor de la organización Ojos del mundo en la zona?
R.A: La misión que perseguimos es erradicar la ceguera
evitable, siguiendo los objetivos del Visión 2020 que es un plan mundial
para erradicar la ceguera evitable antes del año 2020. En el 2001, Ojos del mundo
realizó la primera comisión médico-quirúrgica a los campamentos de
refugiados de Tindouf y actualmente se cuenta con una red de
oftalmología apoyada por el ministerio de salud de la RASD. Dicha red
oftalmológica está liderada por un óptico, D. Hamudi Motjar y cuenta con
un equipo de ópticos locales que trabajan en los diferentes centros de
las wilayas, algunos de las cuales incluso cuentan con talleres para la
realización de gafas en terreno.
Con el objetivo de promover la formación de nuevos ópticos se ha puesto
en marcha recientemente una escuela de óptica en Dajla, donde se
formará nuevos ópticos/ópticas locales.
Además de Ojos del mundo existen otras organizaciones
oftalmológicas que trabajan en terreno, integradas en dicha red
oftalmológica en las que destaca la labor de la organización Médicos Mundi, con el Dr. Pellicer, que tiene una amplia experiencia trabajando en los campamentos.
Nuestra misión en los campamentos es erradicar la prevalencia de la
ceguera evitable, en primer lugar prestando asistencia oftalmológica de
calidad a la población, en segundo lugar formando el personal local y
por último, y no por ello menos importante, haciendo sensibilización de
la población con el fin de de prevenir dichas patologías.
J.A: La formación de población autóctona en enfermería y
óptica principalmente, y luego la realización de comisiones
médico-quirúrgicas (aproximadamente dos al año) para realizar
intervenciones a los afectados por enfermedades oculares operables.
También se incide en la prevención de dichas enfermedades y se realiza
un seguimiento de los enfermos operados, primero por los oftalmólogos
que trabajan en campo, y posteriormente por los propios saharauis que
han sido formados para ello.
Entrevistadora ¿Qué queda cuando las comisiones –quirúrgicas se retiran de terreno? Pues
sobre todo los proyectos de formación de personal saharaui, prevención
de salud oftalmológica, el mantenimiento de las ópticas y la evaluación
de pacientes potencialmente operables.
-¿Cuáles son las principales causas de los problemas oculares en el Sáhara según vuestra experiencia?
R.A: La mayoría de las causas que producen ceguera en
estos países son evitables, tienen solución. Aunque parezca mentira
estas personas están legalmente ciegas por falta de gafas, como es el
caso de la ambliopía infantil, por una catarata que es operable o por
una infección como es el tracoma que puede prevenirse y tratarse con
antibióticos.
En 2008 se comenzó un estudio de prevalencia, que finalizó en el 2010,
acerca de las patologías oculares más frecuentes en la población mayor
de 40 años. Las causas más frecuentes de disminución importante de la
visión fueron los defectos refractivos, no corregidos mediante gafas y
en segundo lugar la catarata. Más de un 20 % de los casos tenían una
catarata que les provocaba una disminución importante de la visión y por
tanto les impedía hacer vida normal.
J.A: El clima, la escasez de gafas de sol, el mal
control de enfermedades predisponentes (por ejemplo, diabetes) y la
difícil accesibilidad a la atención sanitaria.
-¿Dónde están los profesionales sanitarios de la Región? ¿Cuál
es el protocolo de trabajo previo a viajar a terreno? (formación,
diagnósticos necesidades, equipamiento)
R.A: Rabuni es el centro donde se encuentra el hospital
que realiza la mayor parte de la actividad quirúrgica. Existe un
hospital militar en Bol.la pero menos accesible para la población. La
mayoría del personal sanitario, médicos y enfermeras desarrolla su labor
en Rabuni. En cada wilaya existe un dispensario médico y una óptica
donde el servicio de oftalmología tiene dos ópticos a cargo. Las ópticas
están dotadas de una unidad de exploración ocular básica, denominada
lámpara de hendidura, algunas con tonometría (medida de la presión
intraocular). En algunas ópticas como es el caso de Aaiún, Rabuni y
Dajla hay instalado un taller equipado para tallar y montar gafas.
El problema que existe en el desierto es que debido a las condiciones
medioambientales extremas y la arena, los equipos se dañan
frecuentemente, con lo que es necesario que se desplace un técnico de
manera periódica para revisarlos.
Los ópticos realizan una gran labor en oftalmología ya que al no contar
con un oftalmólogo residente en los campamentos, ellos se encargan, no
sólo de graduar sino de atender los problemas de salud ocular diarios y
de derivar a los pacientes que requieren una consulta especializada o
una cirugía de catarata para la comisión.
Además los colegios cuentan con enfermeras formadas hace 2 años que se
encargan de detectar muchos problemas de visión en los escolares, que
mediante el uso de gafas puede evitarse. Por ejemplo, el desarrollo de
una ambliopía (ojo vago) en el adulto.
J.A: Creo, puesto que sólo he viajado hasta ahora una
vez, que se formó a un saharaui como oftalmólogo que viaja varias veces
al año a Rabuni para intentar paliar las necesidades de la región, en la
medida de sus posibilidades. El resto de los profesionales que allí se
encuentran, en relación con la oftalmología, son ópticos y enfermeros
que realizan una labor excepcional.
En cuanto al protocolo de trabajo, Ojos del mundo nos envió un
dossier explicando la historia, la cultura, la distribución de los
campamentos o wilayas, el lugar donde residiríamos durante nuestra
estancia, cuál sería nuestro trabajo, etc. Además se hace una reunión de
todo el equipo que viaja a terreno para elaborar un plan de trabajo y
organización del mismo.
-¿En qué consiste vuestro trabajo allí?
R.A: Nosotros, como comisión médico-quirúrgica, nos
desplazamos como mínimo una vez al año por un tiempo de dos semanas en
las que se realizan, en promedio, más de 100 intervenciones quirúrgicas y
500 consultas. El equipo está formado por un oftalmólogo, el
responsable de óptica y un técnico.
En las consultas además se dispensa medicación. Se detectan y controlan
muchos casos de tracoma y glaucoma. Los pacientes con tienen cataratas,
que deben intervenirse quirúrgicamente se registran y quedan pendientes
de intervención si no en la actual, en la próxima comisión, ya sea de Ojos del mundo o Medicusmundi.
En mi caso como supervisora médica del proyecto desde el 2010, me
encargo, además, de hacer los controles postoperatorios de todos los
operados de la comisión finalizada así como de revisar a los que se
intervinieron el año anterior, por lo que me suelo desplazar por más
tiempo. En las revisiones de los pacientes intervenidos, se toma la visión y
yo personalmente, me encargo de hacer un informe que recoja datos
estadísticos de la comisión, con los casos de mejoría de la visión, el
porcentaje de complicaciones, entre otros. Es un control de calidad de
nuestro trabajo quirúrgico en terreno.
J.A: En mi caso, al ser anestesiólogo, me encargaba
cada día de ver a los pacientes que iban a ser intervenidos, les hacía
una pequeña anamnesis y luego realizaba la anestesia más indicada
dependiendo del tipo de paciente y la cirugía a realizar.
La petición de pruebas complementarias se reducía a una glucemia (puesto
que el control de la glucemia debido a hábitos alimenticios es muy
deficiente) y un EKG en caso de anestesia general. Como en la gran
mayoría de los casos se trataba de cataratas, con una anestesia
regional era suficiente (bloqueo retro/peribulbar). Solo en un par de
casos se precisó anestesia general. Al día siguiente les hacía una
pequeña entrevista para ver cómo se encontraban antes de que se fueran
dados de alta.
-¿Qué requisitos y formación debe tener un profesional médico que interviene en proyectos de este tipo?
R.A: En mi opinión hay dos requisitos indispensables, uno es la motivación y otro la experiencia.
Por un lado es básico que el oftalmólogo voluntario tenga una amplia
experiencia en la cirugía de la catarata ya que se dan muchos casos de
alta complejidad, cataratas muy duras, con mala dilatación pupilar y con
opacidades corneales del sol que dificultan mucho la cirugía. Todo esto
unido a la limitación de medios adecuados para intervenir, hace que en
las operaciones, la que la pericia del cirujano sea determinante.
Por otro lado, también es importantísimo estar motivado, porque las
condiciones de trabajo son extremadamente duras. Las herramientas
tecnológicas de las que con la que se trabaja son muy básicas y se
requiere mucha voluntad y paciencia por parte del profesional, para no
desanimarse si se va la luz operando porque el generador del hospital
está sobrecargado, si deja de funcionar el aparato de ultrasonidos, se
estropea el instrumental, hay algún imprevisto, cosa que siempre
acompaña a cada comisión y que hay que tratar de superar con buen
talante. Es por este motivo por el cual, la motivación y el buen
ambiente de trabajo resultan indispensables para que la comisión fluya
con buenos resultados, como se persigue.
J.A: Se debe saber dónde se va, las condiciones que se
van a encontrar allí, y sobre todo creo que hay que hacerlo con todo el
amor posible. La formación debe ser correcta en el plano profesional,
con unos conocimientos y habilidades necesarias para realizar el
trabajo, pero también ha de ser sólida en el plano emocional y/o
psicológico, puesto que los medios son precarios, así como las
instalaciones, y los dramas sociales que escuchas son tremendos.
Trabajas muchas horas al día puesto que has de aprovechar la corta
estancia allí, unas dos semanas en mi caso, para realizar el mayor
trabajo posible. Considero que esto hay que hacerlo con la mejor de tus
sonrisas, puesto que además el amor que ellos transmiten hacia ti es
increíble.
-¿Cómo se adquiere esa formación?. ¿Es necesario fomentar políticas de formación desde la universidad?
R.A: Creo que la formación de médicos cooperantes
podría tener cabida en la universidad pero que la experiencia en terreno
es fundamental para la formación.
J.A: Esa formación es de cada uno, vivimos en una
sociedad, la nuestra, que ha perdido muchos valores, se fomenta mucho la
competitividad, la agresividad, el destacar por encima de los demás,
también en la universidad.
Es difícil encontrar una formación académica complementada con un
crecimiento en el plano psicológico, aunque a título individual te lo
pueda transmitir algún profesor, individualmente.
Creo que nuestra profesión debería ser de las que más deberían hacerlo,
pero aunque parezca extraño, es difícil a veces encontrar una verdadera
vocación en la práctica médica. El propio sistema en que vivimos se ha
encargado de que estemos satisfechos con nuestro salario privilegiado y
nos ocupemos exclusivamente de nosotros mismos, y eso es muy triste.
-¿Consideráis que hay componentes sociales y culturales
incidiendo en la salud de la población? Y el papel de la mujer y la
salud, ¿tiene alguna correlación?
R.A: Absolutamente, si, existen unos condicionantes
culturales y de género. En muchos países la accesibilidad de la mujer a
la salud es más limitada que la del hombre, a pesar de que intervenir
una catarata y devolver así la visión a una mujer es más coste eficaz
tal como recogen los estudios del Visión 2020. Esta situación de desigualdad quedó constatada en un estudio de género promovido por la fundación en el 2010.
J.A: Lógicamente los hay, como he dicho antes, el
clima, los hábitos alimenticios, la desnutrición, la inaccesibilidad a
la atención sanitaria. En mi caso me llamó mucho la atención la gran
cantidad de azúcar que ingieren al día, principalmente con el té, lo que
provoca una gran incidencia de diabetes en la población, la mayoría
desconocida, y por tanto, descontrolada, dando lugar a gran número de
enfermedades.
En el caso de la mujer, sigue habiendo menos mujeres que acuden a
operarse, probablemente por cuestiones culturales y/o religiosas, que
obviamente habría que valorar. ¿Podrías especificar alguna?
La mujer saharaui es un pilar fundamental de la estructura familiar,
pero aún existen hábitos culturales, derivados de una interpretación
radical del islam, que hacen que su papel siga estando por debajo del
hombre en muchos aspectos.
-¿Hay evaluación posterior y/o seguimiento de los pacientes
intervenidos?. ¿Se están viendo mejoras en la educación en salud de año
en año?
R.A: Si, hemos hecho muchas mejoras en el seguimiento
de los pacientes instaurando las revisiones de los pacientes del año
anterior. De esta forma, podemos captar pacientes operados que no ven
bien, debido a que precisan de un láser para limpiar opacidades de las
lentes intraoculares, por ejemplo el láser Yag, del que disponemos en terreno, o sencillamente porque tienen que hacerse gafas porque aun no han pasado por la óptica.
Otra mejora muy importante, de la que estamos muy orgullosos, es el proyecto de la Escuela de Óptica de Dajla,
promovido por nuestra responsable en óptica Sandra Barroso. Este
proyecto posibilita la formación de nuevos ópticos, lo que contribuye a
cubrir las necesidades de la población y hacerles más autosuficientes.
El año pasado tuve la oportunidad de visitar la escuela, y me sorprendió
ver el alto número de chicas que se habían apuntado para la formación,
en contraste con la plantilla actual de ópticos que son todos hombres.
J.A: Como he comentado antes, se realiza un seguimiento
a corto plazo por los propios oftalmólogos de campo que viajan a las
comisiones, y luego posteriormente por los propios ópticos saharauis,
formados específicamente para ello y con una predisposición al trabajo
excelente. La mejora en la salud es evidente, pero sigue siendo muy
difícil concienciar a la población en la prevención, y en modificar
determinados hábitos de vida culturales.
-¿Cuál ha sido el mayor reto hasta ahora, tanto a nivel organizacional cómo personal?
R.A: El mayor reto ahora mismo es hacer frente a la
situación económica y la consecuente alarma social, para que repercusión
en los proyectos de cooperación sea la menor posible.
Por poner un ejemplo, si habitualmente se venían realizando como mínimo
dos o tres comisiones por año, este año, debido a los problemas de
financiación pública del proyecto del Sáhara se ha tenido que suspender
la comisión de adultos que estaba prevista para octubre.
Además está el tema de la seguridad, el año pasado fueron secuestrados
tres cooperantes en el protocolo de Rabuni, una zona que se creía
segura, hasta ahora.
J.A: Para mi viajar hasta allí y hacer las cosas lo
mejor posible. En los años siguientes intentaré volver a ir con la
comisión e intentar hacer un proyecto de formación en conocimientos de
habilidades básicas en anestesia para formar a la población autóctona.
-¿Cuáles son los próximos pasos desde la organización Ojos del mundo? y ¿a nivel personal?
R.A: Tratar de sobrevivir la crisis económica y buscar
otras fuentes de financiación ya que la ayuda pública se ha mermado
bastante. A nivel personal sacar adelante el proyecto Ojos del Sáhara.
J.A: Pues la verdad es que esa pregunta no te la puedo
responder muy bien, puesto que soy simplemente voluntario con una
experiencia de un año, pero creo que el objetivo de toda organización es
dejar de ser útil, es decir, todo proyecto va encaminado hacia la meta
de la autosuficiencia, formar y dar herramientas útiles a la población,
que les permita ser independientes a la hora de realizar estos mismos
proyectos en un futuro, y con similares resultados.
El hecho de que se sea un pueblo refugiado añade más dificultad si cabe a
este objetivo, pero es una meta que debe obligarte a esforzarte y
superarte cada día para lograrlo.
-¿Alguna lección aprendida que queráis compartir?
R.A: La cooperación cobra más sentido en tanto en
cuanto el personal local y las instituciones se implican y los proyectos
se hacen más sostenibles, sin ellos la ayuda unilateral no permanece.
J.A: Es un trabajo muy bonito y muy humano, y
probablemente tú les ayudes a ellos, pero el regalo que te dan ellos a
ti, lo que te llevas tú es seguramente mucho mayor. Una cosa más, cuanto
menos tienes, más generoso eres y menos necesitas.
-¿Qué le solicitaríais a la Fundación? ¿Qué consideráis que es prioritario trabajar desde la misma?
R.A: Dos cosas, por un lado formación específica para
el desarrollo de actividades en terreno para el personal que quiere
comenzar a trabajar en cooperación y por otro lado, aunque sé que lo
hacéis, también me parece muy interesante la coordinación entre gestión d
médicos interesados y proyectos q precisan voluntarios. A pesar de que
pueda parecer fácil, nosotros hemos tenido serios problemas para
encontrar médicos para algunas comisiones.
Dra. Rebeca Atienza, Licenciada en Medicina por la
Universidad del País Vasco. Especializada en oftalmología por la
Universidad de Barcelona en el Hospital Clinic y Master de Segmento
Anterior en el Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona. Experiencia en cooperación: ONG Ojos del mundo desde el año 2007. Desde 2010 es Supervisora Médica del proyecto Ojos del Sáhara.
Dr. Jesús Alonso Cabello, Licenciado en Medicina
por la Universidad de Sevilla en 2004. MIR Anestesiología y Reanimación
en HU Doce de Octubre (Madrid) (2005-2009). FEA Anestesiología H Infanta
Leonor (Madrid) (2009-2010). FEA Anestesiología Hospital Can Misses
(Ibiza) (2010-actualidad). Experiencia en cooperación: ONG Ojos del
mundo (2011), proyecto del Sáhara.
Ojos del mundo/ Ulls del mon
Ojos del mundo es una entidad sin ánimo de lucro que contribuye
a que las personas con deficiencias visuales y sin recursos económicos
de los países pobres puedan recibir atención oftalmológica de calidad por parte de sus servicios locales de salud y a crear las condiciones para disminuir la incidencia de las patologías oculares en cada territorio. Asimismo, sensibiliza a la opinión pública de nuestro entorno respecto a las deficiencias en la sanidad básica de aquellas zonas.
La Fundación se crea en julio de 2001 de la mano de Rafael Ribó y Borja Corcóstegui.
El embrión de este nacimiento comienza a tomar forma medio año antes, a
raíz de su viaje a los campamentos de refugiados saharauis de Argelia,
que tenía como objetivo conocer la situación del territorio. La precaria
situación sanitaria y las deficiencias visuales que sufre la población
local les alertan de la necesidad de crear una entidad que mejore estas
condiciones.
Para más información:
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oftalmología
7 may 2012
"El óptico del Sahara " por Jessica Romero
El óptico de Dajla se llama Muley, ha
estudiado en Cuba y tiene 22 años de experiencia en su profesión.
Trabaja en el Hospital Regional, financiado gracias a la Hermandad de
San Esteban de Sevilla, donde además de óptico ejerce, la mayor parte
del tiempo, como oftalmólogo porque no hay personal médico suficiente.
Dice que le gusta su trabajo a pesar de
tener que convencer a los saharauis de lo importante que es cuidarse la
vista, y más en el desierto donde el siroco, la sequedad y la arena
hacen mucho daño a los ojos. La afecciones más comunes son "cataratas y
conjuntivitis alérgica" cuenta mientras muestra su taller y consulta,
perfectamente dotada de material facilitado por las ong Ojos del Mundo y
Médicos del mundo.
A los saharauis “les da vergüenza
ponerse gafas”, dice Mulay quien lo achaca a la falta de costumbre
aunque vayan al hospital a que se las hagan después no las usan, “ese
el peligro de que todo sea gratis” añade.
“Yo creo que soy un buen profesional
porque muchas personas de otros campamentos quieren que sea yo quien
les mire la vista” dice entre risas, “esto no es falta de modestia”.
Sin embargo, se pone serio cuando habla de la falta de medicamentos.
Una persona más en el campamento apunta a la crisis y los recortes como
desencadenante de esta carencia, “hace unos días hubo un brote de
conjuntivitis alérgica y solo había siete gotas para todos los
enfermos”, cuenta. “Repartimos una para cada barrio” para que las
distribuyeran los responsables de los mismos.
Blog "3500 Millones" "El País" 06/05/12
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oftalmología
3 may 2012
"El Cine vuelve al Sahara ...."
Por Virginia Hebrero
Campamento de refugiados saharauis de Dajla (Argelia), 2 mayo.
El
festival de cine del Sáhara (FiSahara) inauguró esta noche su IX edición
en el campamento de refugiados de Dajla, trayendo una vez más la magia
del cine a la población saharaui y con un recuerdo emocionado a los
cooperantes secuestrados hace seis meses.
El copresidente de
FiSahara, José Taboada, presidente de la Coordinadora Estatal de
Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS), presentó esta "ventana
solidaria y cultural bajo las estrellas" que, desde hoy y hasta el día 6
ofrecerá una muestra del mejor cine español de 2011 así como películas
de temática saharaui.
"Un recuerdo emocionado a nuestros
compañeros privados de libertad Ainhoa (Fernández), Enric (Gonyalons) y
Rosella (Urru), amigos y cooperantes que están sufriendo por un acto
cobarde e indigno. No les olvidamos ni un minuto, estamos cerca de sus
familias y amigos, estamos seguros de que pronto estarán entre nosotros,
queremos abrazarles lo antes posible", afirmó Taboada en la
presentación.
En el escenario estaban colgadas las fotos de los
dos jóvenes españoles y la italiana capturados en octubre pasado,
supuestamente por un grupo escindido de Al Qaeda para el Magreb Islámico
y trasladados al norte de Mali, mientras una pancarta reclamaba su
libertad.
"Han pretendido atemorizarnos, desanimarnos para que
disminuya la solidaridad con este heroico pueblo que resiste dignamente
hace tanto tiempo. No lo van a conseguir y quien esté detrás de este
acto vergonzoso, que sepa que no nos vamos a rendir y que redoblaremos
nuestro apoyo y nuestras ayudas", aseguró el copresidente del festival.
Con
ocasión de esta muestra, las autoridades saharauis han reforzado la
seguridad, como dijo a Efe el gobernador de la "wilaya" de Dajla, Salem
Lebsir.
"Hemos establecido tres perímetros de seguridad alrededor
de la 'wilaya', por parte del Ejército, la policía y la gendarmería
saharaui", señaló Lebsir.
La constatación de que ese hecho no
acabará con la solidaridad con el pueblo saharaui la comparte el otro
codirector de FiSahara, el actor Willy Toledo, que consideró que el
secuestro "buscaba minar la credibilidad del Frente Polisario, después
de que en los 37 años que los saharauis están exiliados se haya
mantenido siempre una seguridad ejemplar".
Toledo no entiende "que
algunas personas -dijo-, incluido algún colega mío, hayan renunciado a
viajar a los campamentos por miedo.
Ese no es el caso de otros
famosos que, como en todas las ediciones, han llegado a Dajla para
participar en este festival atípico, que se celebra en un campamento de
refugiados y nació en 2003 con la vocación de desaparecer en el momento
en que los saharauis pudieran volver a su tierra, lo que todavía no ha
ocurrido.
Entre ellos, por la arena de la "wilaya" de Dajla podía
verse hoy a Juan Diego Botto, Aitana Sánchez Gijón, Eduard Fernández,
Malena Alterio y Jordi Aguilar.
Los directores Gerardo Herrero y
Gregorio Rocha también asisten a esta edición, que tiene como invitado a
México, país natal del segundo.
Entre las películas que pueden
verse desde esta noche en 35 milímetros, mediante proyectores móviles
desde camiones, y en algunos casos en DVD, se encuentra la película
ganadora de los Goya 2012 "No habrá paz para los malvados", o "Chico y
Rita", candidata a los Óscar de Hollywood.
"Katmandú, un espejo en
el cielo", de Icíar Bollaín, "La voz dormida", de Benito Zambrano,
"Eva", de Kike Maíllo, "El sueño de Iván", de Roberto Santiago, o
"Silencio en la nieve", de Gerardo Herrero, son otras de las cintas que
participan en este festival no competitivo, que busca tanto llevar el
cine a la población saharaui como acercar a la opinión pública la
realidad de estos refugiados.
Y entre las de temática saharaui, el
documental "Hijos de las nubes, la última colonia", dirigido por Álvaro
Longoria y producido y protagonizado por Javier Bardem -un actor muy
implicado con la causa de este pueblo-, será estrenado en el desierto
antes de que salga en España el 18 de mayo, tras su presentación el
pasado febrero en la Berlinale.
Entre la decena de películas sobre
la realidad saharaui, destaca también "Wilaya", una incursión en la
vida de los campamentos que acaba de recibir la Biznaga de Plata a la
mejor banda sonora en el Festival de Cine Español de Málaga.
"Los rollos perdidos de Pancho Villa", de Gregorio Rocha, y "Espiral", de Jorge Pérez Solano, representarán a México.
02-05-2012 EFE
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