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7 sept 2014

¿Cambios “importantes” en el Ministerio de Salud Pública de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ?

Según información de “Futuro Saharaui”, en virtud del decreto presidencial nº 09/2005 que otorga al ministro de Salud Pública el poder para designar a las personas que ocupen los distintos cargos en el Ministerio y en el sistema de salud, el ministro, el día 3 de septiembre, ha hecho público una serie de cambios tanto a nivel central, como regional y local.
Dichos cambios serían:
A nivel central:
- Mohammed Fadel Almokhtar Ibrahim, director de la Oficina de Salud en España (Vitoria). Puesto ocupado desde su creación hasta la fecha por Hassena Mohamed Andal-la
-Nammi Mohamed Abdalahi Bakar, director del Complejo Sanitario Nacional
-Ahmed Bazeid Buna, director central de Prevención.
-Salman Taki Ali, subdirector central de Prevención.
-Suelim Mohamed Salem Hanan, director central de Formación
-Abdalahi Nayem, Mahafud, director del Archivo Nacional.
-Mohamed Amar Masud, subdirector de Supervisión y Vigilancia central
-Mohamed Bulahi Abdelwadud, director general de la Administración del Complejo Sanitario Nacional.
-Limam Alhassan Abdelhadi, responsable de la Sede del Ministerio y encargado del departamento de Evacuación Infantil a Italia.
A nivel regional:
-Hassenna Mohamed Andal-la, director de sanidad en la wilaya de Auserd
-Jalil Abba Edjil, director de sanidad en la wilaya de El Aaiún
-Chabahi Mahayub Bubakar, director de sanidad en la wilaya de Smara.
-Deich Abdelaziz, director del Hospital de Smara
-Ali nayem Ahmed, director del Hospital del Aaiún
-Ali Mohamed Fekku, director del Hospital de Daja
-Ejnaza Chej, directora de la Escuela de Formación de la wilaya de Dajla
A nivel local:
-Limam Sidahmed Ebreir, director del Dispensario de la daira de Doura
-Mohamed Lamin Alhassan Hamda, director del Dispensario de la daira de Hagunía.
-Fatimetu Mohamed Fekku, directora del Dispensario de la daira de Bukra.
La “importancia” de los cambios es relativa ya que lo que en realidad se hace es cambiar de destino a una parte del personal del Ministerio. No conocemos las causas ni razones de estos cambios ya que la nota informativa no hace referencia a las mismas.
Hay que señalar la mínima presencia de mujeres en los puestos de responsabilidad del Ministerio, cuando estas representan un porcentaje en torno al 80% de los profesionales sanitarios que trabajan en los Campamentos
Por último, aunque no es un tema nuevo, pudiera resultar sorprendente la cantidad de cargos, en éste como en otros Ministerios, habida cuenta de los limitados recursos y la condición de Estado en el exilio.
Lehdía Mohamed Dafa

26 feb 2014

Y con todo ¡Feliz 38º Aniversario de la RASD!

 La proclamación de un Estado saharaui, la RASD, por aquel grupo de jóvenes organizados en un arquetípico movimiento de liberación nacional, fue la respuesta y desafío frente al vacío político e institucional que dejó España al evacuar al último soldado el 26 de febrero de 1976.


Las circunstancias y avatares del momento obligan a asentar a la joven república en territorio argelino. Y sin otro poder que la voluntad de sus revolucionarios fundadores se atribuyó la defensa y protección de la población saharaui, que había quedado a merced de la invasión mauritano-marroquí.

A pesar de la atípica situación de ser un Estado en el exilio, carente de algunos de los elementos jurídicos constitutivos de un Estado, la RASD ha logrado mantenerse y gestionar los asuntos de los refugiados saharauis, ofreciendo una estructura administrativa más o menos eficaz, al alcance de todos, suministrando una cobertura de servicios básicos como la educación, la sanidad y la defensa de los campamentos, durante estos 38 años.

Ha logrado también un cierto reconocimiento internacional, estableciendo relaciones diplomáticas con más de 80 países y llegando a ser miembro de la Unión Africana. También ha controlado y ejercido el poder sobre la franja de territorio liberado, y su Ministerio de las Zonas Ocupadas dirige el activismo político de los últimos años en el territorio ocupado.

Antes del alto el fuego, en 1991, era F. Polisario, el portavoz principal de la causa saharaui, después ha sido la RASD quién ha ido ejerciendo esa función.

El Estado saharaui, la RASD, ha ido pasando de ser una mera efeméride histórica, que se celebraba una vez al año, a ir creando y ampliando sus estructuras, instituciones y competencias, llegando en la actualidad a tener nada menos que 27 ministerios y un centenar de embajadas y representaciones diplomáticas en todo el mundo, encargadas de la divulgación de la causa y la búsqueda de apoyos en este interminable proceso de autodeterminación auspiciado por Naciones Unidas.

A pesar de estos indiscutibles logros para un Estado tan peculiar: en el exilio, sin solvencia económica, dependiente, para la prestación de servicios a la población, de la ayuda humanitaria, con una soberanía mediatizada por el país de acogida y sin aliados de auténtico peso en la política internacional, su salida a escena y nueva visibilidad durante estos años ha servido también para ponerle a prueba, sacando a flote sus limitaciones en muchas áreas, que ponen en entredicho su verdadera capacidad de llevar la gestión que corresponde a un Estado.

Sin necesidad de hacer un repaso histórico, los últimos acontecimientos en los Campamentos, cuando un grupo de refugiados ha llegado a manifestarse frente a la sede de ACNUR, pidiendo interlocución directa con este organismo para reivindicar unos derechos que la RASD ha sido incapaz de garantizar, han dejado en evidencia la falta de solvencia, cuando no de políticas, y su vulnerabilidad como garante de los derechos fundamentales de los saharauis y en especial aquellos que atañen a su condición de refugiados.

A esto, además, recientemente, se suma el cierre de la frontera argelino-mauritana, decretada por las autoridades aduaneras argelinas, y por ende el cierre de la frontera de los Campamentos, que es el territorio donde la RASD ejerce una soberanía tutelada, poniendo en evidencia las importantes limitaciones que pueden llegar a producirse.

Por otro lado, y a pesar de haber respetado el alto el fuego y optado por la lucha pacífica en los territorios ocupados, nuestro Estado no ha sido capaz de aportar ninguna iniciativa o formulación estratégica que alimente la confianza en la RASD de los principales países, que de una u otra manera, tienen intereses en la zona y son actores relevantes en la región.
El Estado saharaui por todas estas peculiares características siempre ha ejercido una soberanía limitada tanto dentro como fuera de los Campamentos. Recientemente un periodista saharaui de El Aaiún, en una entrevista en radio Maizirat, proponía que el Estado saharaui debería trasladar sus instituciones, o al menos parte de ellas, al territorio ocupado, aunque fuera de forma simbólica, por un lado para acercar más la RASD a la población saharaui, que no reconoce la soberanía ni la autoridad marroquí y por otro para legitimarse con su presencia.

Es probable que haya que hacer muchas reformas y cambios. La RASD tendría que homologarse con los Estados que cumplen con los requisitos básicos de separación de poderes, sometimiento a la ley, rendición de cuentas, transparencia, etc... pero, pesar de los condicionantes, cuando hay voluntad política, se acaban encontrando procedimientos y actuaciones que acreditan una buena gobernanza.

Y lo mas importante: mas allá de los avances que puedan producirse o no en nuestra causa nacional, un Estado, que se tenga por tal, siempre, en cada momento, debe de estar al servicio de los derechos, libertades y bienestar de sus ciudadanos, esta misión es impostergable.


Lehdía M. Dafa
Madrid, 27 febrero de 2014.

19 ene 2014

Los saharauis en los Campamentos empiezan a exigir los derechos que les asisten por su condición de refugiados.


Según la información publicada por la “Revista FuturoSaharaui” (en versión árabe) hoy, domingo 19 de enero, 40 familias saharaui de los Campamentos tienen previsto concentrarse frente a la sede de ACNUR en Rabuni para exigir el cumplimiento de las convenciones internacionales que regulan los derechos de los refugiados. Entre estos derechos, y según menciona el artículo, las familias saharauis exigen el derecho a un trabajo, a la propiedad y a la libre circulación por parte de el país de acogida, Argelia.

El artículo menciona intentos previos para el reconocimiento de los derechos de los refugiados frente a la sede de la presidencia de la RASD y el hartazgo al no haber conseguido ninguna respuesta.

Además últimamente en los Campamentos se han sufrido toda una serie de restricciones a la circulación y transporte de mercancías por parte de las autoridades argelinas, que han dado lugar a manifestaciones y un fuerte descontento porque asfixian el abastecimiento del pequeño comercio, que alivia las deficiencias en los suministros de la ayuda humanitaria, agravada últimamente por la crisis económica y los recortes presupuestarios en los países donantes.

Hemos insistido en la importancia que los saharauis conozcan los derechos que les asisten, en su condición de refugiados, y exijan su cumplimiento por parte de Argelia como país de acogida, con o sin la mediación del Frente Polisario.

Visita de Antonio Guterres, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, a los Campamentos

Según la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados(1951) todos los refugiados tienen unos derechos que el país de acogida tiene la obligación de conceder, al menos en las mismas condiciones que para sus extranjeros, entre los que se encuentran: empleo remunerado, vivienda, educación pública, seguros sociales (accidentes de trabajo, maternidad, enfermedad, invalidez, ancianidad, fallecimiento, desempleo..) libertad de circulación, documentos de identidad y de viaje... ¿Por qué muchos de estos derechos no pueden ser disfrutados por los refugiados saharauis? ¿Hasta cuando el gobierno de la RASD, en representación de los saharauis, no va a negociar con Argelia su cumplimiento, ya que, debido a las circunstancias, es incapaz de garantizarlos por si mismo?

Estos incumplimientos están causando, desde hace décadas, graves carencias y unas pésimas condiciones de vida a la población saharaui refugiada en los Campamentos de Tinduf. La primera obligación de todos, y mas de los responsables, es hacer todo lo humanamente posible por aliviar el sufrimiento de las familias y mejorar sus condiciones de vida, en tanto en cuanto no se llegue a una solución al conflicto con Marruecos.

10 ene 2014

Una lectura actualizada del Frente Polisario. Por Lehdía Mohamed Dafa

Un día asistiendo a un curso de la Universidad Autónoma de Madrid sobre “Los saharauis y nosotros”, recuerdo que uno de los asistentes preguntó a un alto cargo del Polisario, que había hecho una presentación sobre el conflicto saharaui: ¿qué es el POLISARIO? ¿es un partido político? El dirigente le dijo literalmente: “Yo no diría que es un partido político, es un movimiento de liberación nacional, que alberga diferentes sensibilidades políticas”
Ahora que las redes sociales y otros medios de comunicación han dado una cierta visibilidad a las voces reformistas, junto a las que siempre han dado por sentado que el Polisario es una organización monolítica, convendría reflexionar sobre ambas cuestiones con sentido común, objetividad y sin hipocresía.
Si bien es cierto que hay muchos saharauis que pensamos que hay que hacer reformas, no es menos cierto que no creo que estemos de acuerdo en cómo hacerlas. No obstante, y desde mi punto de vista, creo que es URGENTE impulsar un movimiento de democratización de la “causa saharaui” misma, que sigue siendo el fundamento que une a la mayor parte de la población a ambos lados de la berma, sin olvidar, que a su vez, es el elemento que nos desune, y esto lo digo por los saharauis que han decidido declararse marroquíes y que no dejan de tener su peso presente y futuro en la solución/no solución de este conflicto.
Personalmente me sumo a los que preconizan una lectura actualizada de la legitimidad y unicidad del F. POLISARIO como representante del pueblo saharaui, aunque estoy harta de las voces chekistas y las cansinas acusaciones de “servir al enemigo”.
Mientras seguimos confiando en que pueda llegarse a encontrar una solución, creo, firmemente, que es hora de que emprendamos entre todos, con un compromiso serio, la construcción de un verdadero Estado de Derecho, (en el exilio, y mientras esperamos, no importa), la articulación de una sociedad civil de forma autónoma, una legislación e instituciones que garanticen la igualdad entre hombres y mujeres y unos ideales políticos acordes a los valores democráticos del concierto de naciones.
La “causa saharaui” está ahí y siempre estaremos por ella, desde nuestras distintas opiniones y sensibilidades, pero no puede permanecer anquilosada y blindarse, sino es a riesgo de convertirse en algo fosilizado, anacrónico y lo que es peor: inservible.
 

Lehdia. M. Dafa
10.01.14

19 dic 2013

Carta a un dirigente saharaui del Frente Polisario

Madrid, 18 diciembre de 2013

Estimado Sr. (nombre)

Siempre he admirado tu capacidad, tus ideas propias y tus dotes para la organización y el liderazgo.  Coincidirás conmigo que la causa está bastante estancada y que la vida en los Campamentos, para la mayoría, es penosa, insostenible  y cunde un cierto desánimo.

Parece que la presencia de yihadistas en Mali y el Sahel ha predispuesto a EEUU y otros países a intentar hacer nuevos esfuerzos para resolver el conflicto y aumentar los controles y seguridad en la zona; al tiempo que la Administración Obama dice tener una mayor sensibilidad por el respeto de los Derechos Humanos, y los apoyos a sus tradicionales aliados están mas condicionados. Es una oportunidad que habría que tratar de aprovechar ¿no te parece?

Los saharauis de los campamentos, de las zonas ocupadas y de la diáspora, que vivimos tres realidades muy distintas, tenemos que superar no solo los males que tradicionalmente nos han dividido, el tribalismo, las prebendas coloniales, las envidias,…. y analizar con realismo que futuro compartido como pueblo queremos, cuales son nuestra posibilidades y que pasos hay que dar.

Hoy, con todo lo visto y vivido, ya no es posible seguir gobernando con las mismas estructuras y discursos de hace 40 años. La pluralidad de opiniones e intereses, como en cualquier otra sociedad, no puede verse encorsetada o proscrita. Resulta imprescindible, y no hace falta mencionar las primaveras árabes o internet, dar cauce a un diálogo sin hipotecas o miedos entre saharauis de distintas opiniones y sensibilidades. Resulta imprescindible reconocer que mas allá del Frente Polisario hay vida. Resulta imprescindible analizar y reconocer los errores que han podido cometerse, la situación actual de la causa (la de verdad, no la oficial) y los pasos que, como saharauis, tenemos que dar para mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo, en aspectos cruciales como: la autosuficiencia, la movilidad, la salud, la educación, etc…  Y también para recuperar la confianza en un futuro mejor, desde el realismo, la voluntad y la inteligencia para lograrlo.

Los derechos humanos, la igualdad en derechos de las mujeres, el pluralismo político y en las fuentes de comunicación, la organización autónoma de la sociedad civil, el imperio de la ley (escrita por supuesto), los controles y contrapoderes dentro de Estado, nos gusten mas o nos gusten menos, nos parezcan inventos de Occidente o valores y principios exigibles en cualquier organización social, son asignaturas pendientes, que debemos y nos conviene desarrollar para lograr el reconocimiento de las naciones que cuentan, y mucho, en la solución del conflicto y para recuperar el corazón y la voluntad de muchos saharauis que a lo largo de los años y por algunos errores hemos ido dejando por el camino.

(….)

Con mis mejores deseos para ti y tu familia.
Un cordial saludo.  
Lehdía Mohamed Dafa.

8 jun 2013

En la víspera del 37º Aniversario del fallecimiento de Luali Mustafa Sayed

Además de sus grandes gestas como la fundación del Frente Polisario, el inicio de la lucha armada por la liberación nacional o la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática, Luali nos ha dejado una obra política, que sigue siendo la más completa, vanguardista y lección obligada.



En este Aniversario me gustaría destacar tres aspectos de su legado, que creo que todos los saharaui deberíamos tener presentes, y muy especialmente la clase política y las personas y grupos actualmente en el poder.

1-    Luali fue un visionario y un saharaui demócrata. Tuvo el olfato político y la capacidad de liderazgo para, antes de proclamar la RASD, forjar, mediante la convicción, el consenso y un compromiso serio y sincero, la Unidad Nacional. A pesar de las dificultades, fue capaz de convencer al pueblo saharaui para desprenderse del tribalismo, las desigualdades y privilegios, y unirse, como un solo hombre, en torno a un proyecto común, por la libertad y la independencia para todos los saharauis.

2-    Otro de los principios que inculcó, sobre todos a los dirigentes políticos, fue el de la crítica y la autocrítica. Ejercer el poder exigía, y exige, rendir cuentas, transparencia y por supuesto total y máxima honradez.

3-    Fue un hombre inteligente, pero también estudioso y trabajador incansable. Amante de la cultura, del esfuerzo y la superación personal. Era un joven sencillo, humilde en su trato hacia los demás y sincero. Todos los saharauis le importaban, confiaba en todos, y trabajó incansablemente por la mejor instrucción posible para todas las capas de la sociedad, como la mejor forma de conseguir la construcción de una nación libre y preparada para asumir su propio destino.

Él es un ejemplo para todos, y muy especialmente para nuestros jóvenes que están llamados a ejercer el liderazgo. Ojalá seamos capaces de no olvidar su legado, de mantener un compromiso moral con su pensamiento y de tratar, en todo momento, de estar a su altura en nuestra actividad política.

En este Aniversario rendimos tributo a su sacrificio y al de todos aquellos que con su vida han defendido la nuestra, y la libertad para los saharauis.

En nuestros corazones siempre.

Lehdía Mohamed Dafa


9 may 2013

Reflexiones en torno al 40 Aniversario de la fundación del Frente Polisario

En vísperas del 40 aniversario de la fundación del Frente Polisario, el 10 de mayo de 1973, me gustaría compartir con ustedes estas pequeñas reflexiones. 
Aunque el camino está siendo largo y pesado para muchos, parece que en los últimos años algunas cosas están cambiando muy rápidamente.
Los saharauis del Territorio en los últimos meses han perdido el miedo a manifestarse contra la ocupación; su número crece por momentos y eso también parece ser una buena autoprotección. Por desgracia es probable que, en muchos momentos sigan pagando cara su rebeldia. Hoy son la vanguardia de la lucha.
Mientras en los Campamentos hay muchas personas que en los últimos años han ido desafectándose políticamente y que su único esfuerzo estriba en buscar, individual o familiarmente, una mejora en las condiciones de vida, a veces simplemente sobrevivir. Nada se les puede reprochar.

La Diáspora sigue presa de un cierto sentimiento de culpa que dificulta dar cauce a nuevas ofertas políticas mas plurales y acordes con los tiempos, que nos saquen de este impasse y que recojan gran parte de lo que se habla en privado.
Solo algunos dirigentes sigue repitiendo los mismos discursos y no son capaces de enterarse que hoy el mundo es otro. Otros si se han enterado, pero están a lo suyo....
Tarde o temprano deberían surgir iniciativas políticas en el seno de esa pluralidad de vivencias intereses y sensibilidades que articulen un discurso actual, con formas organizativas propias de estos tiempos. 

Ojalá que alguna de esas iniciativas pertenda reconducir a miles de saharauis, de distintas opiniones y status, hacia objetivos justos y realistas como son: desarrollar un nuevo plan de acción para recuperar, si es necesario parcela a parcela, la soberania sobre el territorio, exigir el cumplimiento de la totalidad Derechos Humanos recogidos en la Declaración Universal, para todos los saharauis en cualquier lugar donde se encuentren, imponer la igualdad de género, al menos por ley y reclamar, sin descanso, un marco de libertades y democracia homologables en todos y cada uno de los escenarios donde haya que desarrollar la acción política.
Sahara Libre.

Lehdía Mohamed Dafa